En un mundo donde la información y la Inteligencia Artificial es parte de nuestras vidas…espera, espera…eso parece escrito por ChatGPT…y si no sabes por qué lo menciono de seguro has estado viviendo debajo de una piedra.

Comencemos nuevamente…la información fundamental que se necesita para “saber” está disponible y es de libre acceso. Eso es un hecho y es bueno. Demostraciones del “cómo” hacer la mayoría de las cosas, también está disponible de manera visual, eso es excelente. Nunca en la historia del mundo habíamos tenido acceso a tanta información.

Ahora bien, no se puede confiar en todo lo que está disponible a través de la internet. Pero, espera…en lo que dice un libro, un artículo de investigación o un profesor universitario tampoco. Eso es un hecho. Algunos docentes buscan la información que comparten en esas mismas fuentes interminables de información o la generan con Inteligencia Artificial. Algunas de estas fuentes cuentan con más garantías que otras, pero aún así, nada es 100% infalible.

Si una de las destrezas más importantes humanas es el pensamiento crítico, ¿por qué un estudiante debería confiar en lo que se le “enseña” en una institución educativa formal?

Este conjunto de argumentos nos lleva a pensar que una persona podría, aunque sabemos que no garantiza, aprender casi cualquier cosa sin asistir a una institución universitaria. Me vuela la cabeza y me da envidia ver a niños de 10 años o menos tocado guitarra eléctrica mejor que yo ahora, después de tantos años de práctica y experiencia (en esta parte sabes que esto no fue escrito por una IA). Pausa dramática, continuo. Entonces, ¿cuál es la función de la educación superior en esta nueva realidad?

Aquí hay tres funciones en las que entiendo, las instituciones educativas post secundaria, se tendrán que concentrar para seguir aportando a la sociedad de manera efectiva, y enseñar no es una de ellas.

1. Las universidades tendrán que ser centros de práctica.
2. Las universidades deberán demostrar que aportan al nuevo conocimiento (investigación y creación).
3. Las universidades deberán ser centros de certificación y validación del conocimiento y las destrezas.

No creo tener que explicarlas, por qué si confiamos en que hemos realizado nuestro trabajo de enseñar, al leer esto, usas tu pensamiento crítico ¿no? Aún así, aquí una breve explicación de cada una.

1. Las universidades tendrán que ser centros de práctica: Si lo que se enseña no se contextualiza en vida real, los estudiantes no le encuentran utilidad. Pero no son solo los estudiantes, son todos. La pregunta siempre será, sobre lo que se enseña, ¿para qué me sirve esto? Si eres docente y estás leyendo, sabes que cuando te obligan a tomar una capacitación, y no encuentras utilidad, te molestas. Pues eso mismo piensan tus estudiantes, todo el tiempo. Si logras demostrarles para que sirve y le encuentran valor, te aman como docente. Si no lo logras, se duermen, o en el peor de los casos te odian. Hacer que el conocimiento y las destrezas sean prácticos es una función importante del docente, de siempre, no de ahora. Pero hoy día, las estadísticas indican que los jóvenes se inclinan por carreras técnicas y prácticas. La sociedad cada vez resta más valor a preparaciones altamente teóricas que no “garantizan” un trabajo. Hey…sabemos que ninguna carrera universitaria garantiza un trabajo, pero también sabemos que los bachilleratos altamente teóricos, que presentan información que se consigue en la internet, que no llevan a una licencia emitida por el gobierno…pues…
2. Las universidades deberán demostrar que aportan al nuevo conocimiento (investigación y creación): Si ya todo lo que hay que saber hoy está en la internet o lo puede generar una Inteligencia Artificial (desde el currículo, el temario, el contenido y los materiales educativos), la universidad tendrá que demostrar qué aporta al nuevo conocimiento, qué añade a ese cúmulo de información o procesos útiles. Piénsalo, ¿qué te parece más atractivo ahora, ir a una universidad a obtener un grado, como todos los que ofrecen otras universidades, o en su lugar ir a estudiar bajo la tutela de un docente investigador que está creando nuevo conocimiento y procesos, que aún no se encuentran en el dominio público?
3. Las universidades deberán ser centros de certificación y validación: ¿Aprendiste a programar viendo videos en YouTube? ¿Has logrado ser realmente bueno? Pues hay compañías tan grandes y poderosas como Google o Microsoft que contratan sin necesidad de tener un grado universitario. Otras compañías no tan vanguardistas, posiblemente te requieran el grado como parte de un protocolo para no perder el tiempo entrevistando a personas que mienten sobre sus conocimientos y destrezas. Pero ¿qué pasa cuando una persona ya “sabe” y “domina” a lo que se dedica o se quiere dedicar? Hay compañías o instituciones privadas o con fines de lucro que se dedican a examinar y validar el conocimiento y las destrezas. La universidad podría entrar en ese campo para mantenerse pertinente, o simplemente salirse del medio y dedicarse a los dos puntos anteriores en este escrito, y colocar sus esfuerzos en programas académicos que tengan componentes prácticos tan relevantes que son difíciles de lograr por cuenta propia, sin importar la información a la que se tenga acceso. Los demás programas ¿tendrán que cerrar?

Las instituciones de educación superior tendrán que decidir si depurar su oferta y dedicarse a “enseñar” aquello que se dificulta “aprender” por cuenta propia (lo que es válido) o si inclinarse a funciones distintas, que se contemplan y quizá se usan, pero no con la intensidad que se observa en la tarea de la transmisión del conocimiento y destrezas. Lo que me parece que no debe hacer, es dejarse llevar en sus decisiones administrativas por docentes que están luchando por mantenerse “pertinentes” sin cambiar nada y que buscan mantener programas y metodologías insostenibles en un mundo lleno de información accesible y con la Inteligencia Artificial disponible en todas partes…a cara…otra vez “un mundo lleno” ¿será culpa mía que los chats siempre escriban así?

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